Un par de versos
Saliendo de aquí y de un poco de mí Rejuveneciendo con un par de canas bellas de regreso,
Que se sacuden en algún lugar de esta despedida.
¿He vuelto?
Tal vez a un tanto de mi, he vuelto,
A la estera, al libro, a la tierra-luna que se me escapa de los dedos.
Un par de estornudos, de risas, un par de recuerdos,
De todo un par,
Un par de tetas
De orejas
Para oírte, para ahogarte,
Con un perfume sin sal,
Que me vuelve a comenzar
Desde los pies, El aroma de mí
Que comparto con esta esencia de soledad.
De este poco de mí,
Recuerdo un llanto en ella,
Que floto con calma
Recuerdo un par de noches
Un par de desvelos,
Tal vez un par de ti, en mis pensamientos.
Y, yo, que he vuelto en estos versos
Versos bellis, bellos, giocondos, rizados y rojos,
Que he vuelto a hacerme esta entrada nupcial,
Decepcionaré mi futuro mío,
Dejando vacío el resto de estas hojas,
O llenas de un par de delirios míos
Que no me dejan felicidad entera,
Que no me dejan, que no me descansan.
Aunque entre este par de piernas, entre este par de mi
Concibo un instante sencillo de llanto de alegría,
¡¿He vuelto?! ¡Maldito par de versos!, ¿he vuelto?
No lo quiero saber.
Nessa Conquett inspirada en Gioconda Belli.
INSPIRACIONES,
La experiencia creativa parte de la inspiración, ese instante mágico en el que un atardecer, un día lluvioso, o una película socaba la integralidad de la quietud constante de tu mente, y desajusta alguna estructura ya establecida de la forma en cómo ves todo lo que te rodea. La inspiración es un momento de luminosidad, descubres un destello distinto en algo que siempre has visto, o simplemente te topas con la forma más inusual de una emoción que se presenta nueva y espontanea, como nunca habías sentido.
La experiencia de inspiración, siempre nace del contacto con unos ojos, una boca, una canción, un poderoso estruendo en la calle, algo… nace de algo. Ya conocía la poesía de Gioconda Belli, antes de encontrármela en la Feria Nacional del Libro de Bogotá en el 2010, ya la conocía, pero aun no sabía lo que en esa visita a la Feria, sabría de Gioconda. Gioconda me abrió las puertas a una nueva escritura, la escritura que se vive, la poesía como causa, pero no una política o económica, sino una causa por la vida.
El encuentro, como espacio de crecimiento, implica la elección de un lenguaje, el primero que espontáneamente se sume en este proceso, es el cuerpo, y seguidamente, nuestra oralidad, la palabra, la letra. Inspiraciones, me recuerda que cada día algo se descubre para tocarte, para bofetearte, recordarte la vida con la vida.
Cuando elijo hacer un encuentro con un grupo de personas dispuestas pero imprecisas al cambio, como todos los seres humanos, elijo también un lenguaje que permita la experiencia artística es decir la experiencia de descubrimiento, inspiración y autoconocimiento. Muchos poetas y poemas servirían para lograr este compromiso de cada encuentro, de tal forma que la elección de los títulos, es deliberada.
La poesía en el encuentro se trata de un contacto con el lenguaje metafórico que nos ayuda a expresar lo que sentimos cuando a veces no encontramos en aquellas nominaciones comunes y literales una forma de gritar, reír, llorar, sin siquiera notarlo.
Un ejercicio muy simple pero muy profundo puede ser realizar el mito de nuestro nombre. La mitología es esencialmente simbólica y por ende, connatural al ser humano quien, normalmente, desde siempre, se ha comunicado por medio de abstracciones y las emociones asociadas. Tratar de inventar mi nombre usando el universo como origen, implica que inicie un camino hacia el reconocimiento de mi mismo como parte de un todo, lo cual nos armoniza con la vida y la naturaleza.
Esa tarde, en la Feria Gioconda Belli, no sabía que su nombre significaría para mí, la apertura de una nueva época de mi poesía, es decir, la vida como poesía; ni que reafirmaría la innegable creencia de que la poesía natural del lenguaje humano es un camino sano y seguro hacia al Autoreconocimiento.
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